Sentarte en casa tranquilamente y poder desconectar del trabajo es algo que todos deberíamos poder hacer. El Tarot te ofrece este momento para estar contigo mismo.
El Diablo, numerado como XV en los arcanos mayores del Tarot, es una carta que evoca intensas reacciones y profundas reflexiones. Esta figura misteriosa y a menudo malinterpretada simboliza la materialidad, la tentación y las restricciones autoimpuestas.
La carta El Diablo se asocia principalmente con el signo zodiacal de Capricornio. Este vínculo no es solo significativo por la representación Visible de la carta, que incluye a figuras con rasgos capricornianos, sino también por las características inherentes al signo. Capricornio simboliza la ambición, la autoridad y el deseo de poder, elementos que resuenan profundamente con los temas del materialismo y las ataduras que presenta El Diablo.
Transformación en las relaciones: En su aspecto positivo, puede representar la necesidad de confrontar y resolver problemas subyacentes en una relación.
Algunas preguntas comunes que pueden examinar la aparición de El Diablo incluyen: “¿Qué me impide avanzar en mi vida?” o “¿Estoy siendo honesto conmigo mismo acerca de mis deseos y necesidades?”. Cuando se presenta esta carta, puede indicar la necesidad de reflexionar sobre las decisiones actuales y sus consecuencias, sugiriendo que la persona que consulta puede estar atrapada en una situación de la que necesita liberarse.
La presencia de El Diablo refleja una relación donde ambas personas se sienten atadas, incapaces de liberarse a pesar de que saben que la situación les está haciendo daño.
Trabajo: En el contexto laboral, El Diablo puede indicar una sensación de estar atrapado o limitado en la carrera profesional. Puede sugerir la necesidad de reevaluar nuestras ambiciones y motivaciones.
El Diablo invertido no es la carta más favorable cuando de trabajo se trata. A diferencia de su significado en sentido regular, invertido nos aconseja NO innovar. No es el momento de probar suerte con cosas nuevas.
Autoconocimiento y crecimiento: Esta posición sugiere un for everyíodo de introspección y crecimiento personal, donde el individuo se enfrenta y supera sus miedos o limitaciones.
No tiene un origen claro pero se le vincula a la serie de Tarocchi del año 1500, aproximadamente. No aparece hasta las versiones medievales como tal, sino hasta la creación del Tarot de Marsella a finales del siglo XVII.
Liberación de ataduras: El Diablo invertido simboliza la ruptura de cadenas, representando una etapa de liberación de viejos patrones o dependencias.
Los personajes mitad humano y mitad bestia hacen referencia a nuestros impulsos primarios y pasiones. Representan a lo que el aspirante a iluminado debe trascender para llegar a su iluminación.
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